El conflicto en la Franja de Gaza ha alcanzado cifras alarmantes, con más de 40.000 víctimas mortales, según informó el Ministerio de Salud del enclave. Esta cifra, correspondiente a más de diez meses de hostilidades, podría ser aún mayor, ya que miles de cuerpos permanecen enterrados bajo los escombros.
Mientras tanto, en Doha, Qatar, se llevan a cabo negociaciones para un posible alto el fuego, aunque Hamás no participa directamente en las discusiones iniciales.
Escalada de violencia y costos humanitarios
El conflicto, iniciado el 7 de octubre tras un ataque sorpresa de Hamás en el sur de Israel que dejó más de 1.200 muertos y 250 secuestrados, ha provocado una respuesta masiva del Ejército israelí. Según cifras oficiales, las fuerzas israelíes han eliminado a 17.000 militantes palestinos en Gaza desde el inicio de la guerra, aunque no se aclara si esta cifra incluye muertos, heridos o capturados.
A pesar de los objetivos militares declarados por Israel, la gran mayoría de las víctimas en Gaza son civiles, incluidos miles de niños, lo que ha generado críticas internacionales y denuncias de desplazamientos forzados por parte de la ONU.
Entre las últimas operaciones, el Ejército israelí reportó la eliminación de 20 presuntos militantes de Hamás en Rafah, al sur de Gaza, así como ataques en Khan Younis, donde se llevaron a cabo nuevas evacuaciones forzadas de civiles.
Negociaciones en Doha: una esperanza tenue
En un esfuerzo por alcanzar una tregua, líderes internacionales se han reunido en Doha. Participan en las conversaciones el director del Mossad, David Barnea, el jefe del servicio de Seguridad Nacional israelí, Ronen Bar, y el general Nitzan Alon, junto con altos representantes de Estados Unidos y Egipto, incluido el director de la CIA, Bill Burns, y el enviado estadounidense a Medio Oriente, Brett McGurk.
Aunque los líderes de Hamás no estuvieron presentes en las discusiones iniciales, se espera que se unan posteriormente. Según Jibril Rajoub, secretario general del Comité Central de Fatah, estas negociaciones podrían ser «un verdadero comienzo para poner fin a la guerra contra Gaza y avanzar hacia la estabilidad regional».
Un contexto de desconfianza y tensiones
La ausencia inicial de Hamás en las conversaciones refleja las tensiones que complican cualquier avance significativo. Por su parte, Israel ha acusado al grupo de retrasar las negociaciones, mientras que Hamás critica la falta de voluntad israelí para llegar a acuerdos concretos.
Mientras tanto, en el terreno, el conflicto continúa sin señales claras de una pausa, lo que pone en entredicho la efectividad de las conversaciones en curso.
El costo de la guerra
Con más de 92.000 heridos y decenas de miles de muertos, el conflicto en Gaza representa una de las crisis humanitarias más graves de los últimos años. Las negociaciones en Doha, aunque significativas, deben enfrentarse a un complejo entramado de intereses y desconfianza mutua que aún mantiene la paz como una meta lejana.
La comunidad internacional observa con atención, en espera de avances que permitan aliviar el sufrimiento en Gaza y evitar una mayor desestabilización en la región.
