En un giro dramático en las aguas internacionales, el barco de ayuda humanitaria Madleen, que navegaba rumbo a Gaza con Greta Thunberg y otros activistas a bordo, fue interceptado por las fuerzas israelíes. La coalición Flotilla de la Libertad denunció que los tripulantes habían sido «secuestrados» y urge a la comunidad internacional a tomar cartas en el asunto. A través de un mensaje en X, la organización pidió a los gobiernos que presionen a las autoridades israelíes para asegurar la liberación de los activistas, quienes se dirigían a Gaza con la intención de romper el bloqueo impuesto a la Franja y llevar ayuda humanitaria a la población que ha sufrido gravemente en los últimos meses.
La situación se tornó más alarmante cuando, en un video grabado a bordo del Madleen, Greta Thunberg comunicó que estaban siendo interceptados por fuerzas de ocupación israelíes. Su llamado a la humanidad instó a que sus seres queridos y seguidores presionaran al Gobierno sueco para obtener su liberación. La activista, reconocida mundialmente por su trabajo en la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos humanos, puso en evidencia el peligro inmediato al que se estaban enfrentando en ese momento, lo que ha captado la atención internacional y ha generado una oleada de solidaridad entre sus seguidores y la comunidad de derechos humanos.
A medida que la tensión aumentaba, la relatora de la ONU para los Derechos Humanos, Francesca Albanese, se unió a las voces que pedían claridad sobre la situación del Madleen. Albanese informó sobre la pérdida de comunicación con la nave y pidió al Gobierno del Reino Unido, cuyo pabellón ondea el barco, intervenir de manera urgente. La escena fue aún más alarmante dado el contexto de las acciones de Israel en el pasado, que han demostrado ser altamente restrictivas y agresivas ante intentos de enviar ayuda a Gaza, generando un debate en la comunidad internacional sobre el respeto a los derechos humanos y la libertad de navegación.
El Ministerio de Exteriores israelí realizó una rápida respuesta afirmando que los activistas a bordo estaban en buenas condiciones y habían recibido alimentos y agua. Sin embargo, la declaración ofensiva, que caracterizó el transporte del Madleen como un mero «show» mediático, ha suscitado críticas sobre la forma en que Israel maneja tales incidentes. Según Israel, la pequeña cantidad de ayuda humanitaria a bordo del barco se comparó despectivamente con los volúmenes de ayuda que ingresan a Gaza desde su territorio, lo que dejó entrever un intento de deslegitimar los esfuerzos de la Flotilla de la Libertad.
Finalmente, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, se manifestó sobre la operación, defendiendo la «rápida y segura toma de control» del Madleen y reafirmando su postura sobre el papel de Thunberg y los demás activistas. Katz insinuó que los activarían a visualizar el impacto de Hamas en Israel, tratando de girar la narrativa pública hacia la seguridad israelí. Mientras tanto, el barco, que zarpó de Sicilia con la plática de empatía hacia el sufrimiento del pueblo palestino, ahora se ha convertido en un punto focal de tensión y controversia en el contexto de un conflicto que no ha cesado en el tiempo.