La construcción sigue evolucionando cada día y cada vez existen más tendencias arquitectónicas para construir fachadas funcionales para las obras.
Una de estas tendencias son los cortasoles, acabados arquitectónicos diseñados principalmente para otorgar soluciones de tipo louver en fachadas y edificios.
Existen una amplia variedad de colores y terminaciones para este producto, lo que lo hace muy versátil al momento de incorporarlo en una construcción arquitectónica.
Hay muchos diseños de cortasoles que van desde los perforados hasta los cerrados. También podemos encontrar cortasoles mecanizados y automatizados.
El material también varía, pudiendo encontrar cortasoles de madera, aluminio, fibra de vidrio y PVC.
En cuanto a funcionalidad nos encontramos louver fijas y los cortasoles móviles, la elección de cada uno dependerá del propósito de su incorporación.
Consideraciones de los cortasoles
Para instalar algunas de estas fachadas en la construcción se estudian las condiciones de la misma: posición, ubicación, altura, entrada de luz solar y más.
La función principal de los cortasoles es la de proteger la fachada de los rayos solares. Básicamente estos sirven como una especie de pantalla protectora que envuelve una vivienda.
En épocas de mucho calor es bastante difícil mantener el interior de los hogares a una temperatura agradable. El ingreso directo de los rayos del sol influye mucho en esta problemática, por eso es tan preciado contar con sombra e incluso con árboles durante el periodo de verano.
Con la incorporación de cortasoles el nivel de la temperatura dentro de la obra se regula en gran medida, evitando la concentración y propagación del calor.
En este sentido, los cortasoles no son sólo parte de una decoración a nivel arquitectónico, sino que cumplen con una funcionalidad mayor que incluso llegan a calzar con la categoría de productos que favorecen la sostenibilidad con el medio ambiente.
¿Qué hace sustentables a los cortasoles?
La verdad es que durante las temporadas de altas temperaturas las personas suelen utilizar más aires acondicionados y ventiladores, ambos grandes consumidores de energía.
Los cortasoles o quiebravistas evitan que las altas temperaturas del exterior accedan dentro del hogar y por lo tanto, mantienen un ambiente más agradable.
Asimismo, las personas no tienen la necesidad de encender estos artefactos con tanta frecuencia y se genera ─de manera consciente o no─ un gran ahorro energético.
Hoy en día los cortasoles han ganado un gran nivel de popularidad, no sirven sólo para evitar los problemas y daños causados por el exceso de los rayos solares en el interior de una propiedad, sino que también le dan ese toque esencial a una fachada tanto a nivel de valorización como a nivel visual.
Aunque existen desde hace ya bastante tiempo, se han sofisticado y mejorado con el pasar de los años y hoy en día son mucho más funcionales, cumplen con el reconocimiento consciente de un problema medioambiental como son los cambios de temperatura muy abruptos y estéticamente existen para satisfacer los gustos de todos.
Agradecemos esta nota a nuestros amigos de Hunter Douglas Architectural Products.